lunes, 26 de octubre de 2009

Día de Muertos, el Origen, la Tradición, la Celebración


En el día de muertos lo que entendemos por cultura es que la cultura mexicana e muy cálida. En este país y esta cultura hacemos muchas celebraciones y fiestas. Por ejemplo algunas personas ponen altares en sus casas o en lugares públicos para venerar a los muertos tales como familiares o famosos que cambiaron la historia. Nuestra cultura en vez de estar de luto y sentirse mal por los que ya no están. Celebran con fiestas invitan a familiares y celebran que ellos siguen aquí.
Nuestros valores el amor, la familia, el respeto, la honestidad, compasión y generosidad. En México se considera un lugar con mucho amor y también que somos muy unidos. Nosotros cuidamos muy bien de nuestra cultura tal vez durante los últimos años traemos otras culturas y las mezclamos pero siempre tendremos algo de México. Nuestra comida la forma en la cual la celebramos y como somos es única! De nuestra cultura tenemos varios monumentos muy bien conservados y muy representativos como el palacio de las bellas artes en el Distrito Federal, El Teatro Degollado en Guadalajara, Chichen Itzá en Yucatán y muchos otros que conservan y representan nuestra cultura.
Algunos ejemplos de mitos son las leyendas como por ejemplo esta:
LEYENDA EL COLUMPIO DEL DIABLO
En un lugar de Tecozautla, Hgo llamado “El columpio del diablo”, hace muchos años en plena oscuridad y justo a la media noche, entre las dos peñas que componen ese lugar se escuchaban los funestos quejidos de un hombre que parecía estar agonizando. La gente que pasaba por ahí, al escuchar los fantasmales quejidos vivían una experiencia muy rara, quedándose sin habla y hasta mucho tiempo después reaccionaban para salir despavoridos de ese terrible lugar.Cuenta la leyenda que una noche dos personas que transitaban por aquel lugar no resistieron la tentación al escuchar los quejidos y decidieron internarse en el lugar para ver de qué se trataba. Al llegar al lugar, los dos personajes no daban crédito al darse cuenta que un hacendado que había muerto tiempo atrás se columpiaba en una cuerda que pendía de los dos cerros. Su rostro pálido dejaba ver su condición calavérica, lo que provocó en las personas un terrible miedo que los heló hasta los huesos y crispó sus cabellos.Paralizados no daban crédito a lo que sucedía, de pronto una luz rojiza e intensa abrazó al hacendado prendiéndolo en llamas y carbonizándolo por completo. Mudos con los dientes riscados y los cabellos erizos salieron despavoridos de aquel lugar, pero cuando lo hicieron fueron sorprendidos por la muerte. Los dos hombres cayeron muertos por haber presenciado un encuentro con el diablo al que no los habían invitado. Se dice que aquel hacendado le vendió en vida su alma al diablo y que esa noche el mismo diablo vino por el alma del hacendado que durante mucho tiempo anduvo en pena en el mundo de los vivos.
Por: ever ocampo

LEYENDA DEL DIA DE MUERTOS
En el mes de Noviembre en el que todos recordamos a nuestros fieles difuntos, hace mucho tiempo en Tecozautla, Hgo justo a la media noche se escuchaban los funestos sonidos de las campanas de la parroquia de Santiago Apóstol preparando la salida de las almas que empezaban a despertar de su oscuro letargo. Don Carlos, un señor de edad madura había salido a l pueblo a vender leña para poder comprar veladoras, pan, vino y algunas otras cosas que le faltaban para terminar de adornar la ofrenda para sus muertitos. Mientras, en su casa, su esposa colocaba al pie de la ofrenda la medalla de oro que don Carlos ponía todos los años en la ofrenda y que había pertenecido a su tatarabuelo, la cual había pasado de generación en generación hasta llegar a las manos de don Carlos. Se dice que don Carlos después de vender su leña se metió en una cantina a gastarse el dinero que había ganado. Con unas copas encima decidió regresar a casa, cuando fue sorprendido por los funestos sonidos de las campanas de la parroquia que anunciaban las doce de la noche. En el camino, dentro de la oscuridad de la noche don Carlos descubrió un grupo de gente que caminaba con rumbo opuesto a l de él, se dio cuenta que en sus manos llevaban comida, fruta, pan, agua y licor y que atrás de ellos una persona que vestía elegantemente llevaba consigo la medalla de oro que había pertenecido a su tatarabuelo. Don Carlos les gritó: ¡espérenme, esa medalla que lleva el señor de atrás me pertenece! Las personas se fueron alejando sin hacerle caso, pero don Carlos insistió: ¡oiga señor, esa medalla que lleva puesta es mía! Repentinamente el señor que vestía elegante se volvió, el bombín que llevaba puesto oscurecía su rostro llenándolo de misterio por lo que don Carlos no pudo reconocer a éste. Un relámpago deslumbrante y ensordecedor iluminó el rostro de aquél hombre dejando ver en él solo huesos, un frío intenso recorrió el cuerpo de don Carlos mientras que el hombre con voz misteriosa le decía: ¡vete a casa, aún no es tu hora!.Perplejo por lo ocurrido don Carlos regresó a su casa, pero cuál fue su sorpresa, la medalla de oro que llevaba aquel hombre permanecía al pie de la ofrenda que don Carlos había hecho para su tatarabuelo.
Por: ever ocampo

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